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Según el XXII Informe de Infoempleo Adecco, por primera vez en cuatro años la demanda de idiomas en las ofertas de empleo se ha reducido, suponiendo en la actualidad un 32,2% del total de ofertas de empleo las que requieren conocimiento de idiomas, frente al 34,8% que lo solicitaban en el pasado ejercicio.

Como es habitual, el inglés sigue siendo el idioma más demandado, pidiéndose en un 92,7% de las ofertas que reclaman el conocimiento de idiomas. Le sigue el francés, a mucha distancia, pidiéndose en un 11,1% de los casos. En tercera posición se encuentra el alemán (6%), seguido del italiano (1,8%) y del portugués (1,6%). La demanda del resto de lenguas se ha visto considerablemente reducida este año, pasando del 9% durante el ejercicio anterior al 5,2% en la actualidad.

Por sectores con mayor demanda de idiomas, en 2019 el área del Marketing, Comunicación y Contenidos se sitúa en primera posición con el 44,4% de las ofertas de empleo que requieren el conocimiento de uno o más idiomas. El área de Administración de Empresas experimenta un pequeño retroceso este año y se coloca en segunda posición con el 40,5%. Y en tercera posición se encuentra el área Comercial y de Ventas que supone el 39,4%.

Por su parte el informe también pone de manifiesto otro hecho de gran relevancia, y es que, a mayor categoría profesional, más demanda de idiomas. Es decir, el requisito de idiomas varía de forma exponencial cuando se analizan las diferentes categorías profesionales: las ofertas de empleo enfocadas a directivos son aquellas que más solicitan el dominio de idiomas, pidiéndose en el 52% de ellas, mientras que si se analizan las ofertas enfocadas a empleados tan solo el 16,5% señalan el conocimiento de lenguas como requisito imprescindible.

Durante los meses de verano la contratación temporal aumenta de manera notable. Esto se debe a que muchos de los empleos que se generan en estos meses del año son estacionales, sobre todo en el sector de los servicios. Pero se puede observar con cierto alarmismo como los contratos de corta duración cada vez van ganando más terreno respecto a los formatos de contratos temporales más «tradicionales». Esto se hizo patente en los datos que arrojó el mes de julio de este año, en el que el 25% de los empleos tuvieron una duración igual o inferior a una semana. Y aún fueron más alarmantes las cifras de los contratos de una duración de 24 horas o menos (modelo de contrato que se ha triplicado en los últimos diez años). Los datos, por tanto, arrojaron un preocupante panorama de precariedad, que castigó en especial a los jóvenes y a los trabajadores menos cualificados.

Adicionalmente, aunque por el fuerte componente turístico de la economía española es habitual que el verano sea la estación del año en la que más abundan los contratos de corta duración, se puede observar como en los últimos años la temporalidad también ha aumentado en el resto de meses.

“Es imprescindible realizar una reforma integral del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), para mejorar la productividad del país y el crecimiento inclusivo a largo plazo”. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Comisión Europea (CE) y que ha expresado en su último informe “Semestre Europeo 2019”.

Según la CE «Los servicios públicos de empleo siguen tramitando una proporción baja de las vacantes de empleo y es necesario realizar más esfuerzos por mejorar su utilización en la búsqueda de empleo y la colocación». Y es que, en la actualidad, sólo el 26% de los parados recurren al SEPE para encontrar un nuevo empleo. Otros desajustes que esgrime la CE son: la escasa implicación de los empleadores, la falta de desarrollo en el campo de la elaboración de los perfiles de los trabajadores y empleadores y la limitada colaboración entre los servicios de empleo públicos y los servicios sociales.

Asimismo, la Comisión Europea reclama más fondos para el SEPE y para el fomento del empleo, a lo que el año pasado se destinaron 5.716 millones de euros.

Como suele ser habitual, Bruselas ha señalado una vez más al elevado desempleo entre las principales vulnerabilidades del país y la necesidad de actuar ante este hecho. La CE constata «la tasa de desempleo ha continuado descendiendo con rapidez, pero todavía es muy alta y el alto grado de segmentación del mercado laboral entre los contratos temporales y los indefinidos impide un crecimiento de la productividad laboral más rápido».

En los últimos años es bien sabido que las redes sociales han jugado un papel muy relevante en todo el proceso de búsqueda y consecución de un empleo. De cara a la búsqueda de empleo, podríamos dividir las redes sociales en dos grandes grupos: por un lado, tenemos las redes sociales profesionales, con Linkedin en la cabeza, y, por el otro, tenemos las redes sociales más generalistas, destacando entre ellas Facebook, Twitter, Google+,…

Las redes sociales generalistas tendrán un papel secundario; mientras que las redes sociales profesionales adquieren un papel más protagonista e, incluso, útil, ya que pueden ser explotadas de diferentes formas para aumentar de manera notable las posibilidades de conseguir un empleo.

En ambos casos, es muy probable que las personas encargadas de buscar a nuevos trabajadores para una empresa examinen las redes sociales de los candidatos más prometedores.

En lo referente a Facebook, Google +, Twitter,… no son un elemento indispensable para las empresas y no es necesario que la persona que busca empleo permita su acceso. Así pues, existe la posibilidad de ajustar la privacidad para limitar su acceso, o, en caso de que sí se quieran mostrar, es recomendable revisar las publicaciones de los últimos meses, para comprobar que no haya ninguna publicación, fotografía, opinión,… comprometedora

Por otro lado, que dichas personas encargadas de seleccionar al personal puedan encontrar tu perfil de Linkedin puede llegar a ser muy positivo. Es recomendable, por tanto, que la ficha de Linkedin sea lo más completa posible, que coincida con la información expuesta en el Currículum y que aparezcan el mayor número de recomendaciones posibles de otros usuarios.

Pero el uso de las redes sociales profesionales no sólo termina aquí, bien usadas, pueden usarse activamente para la búsqueda de empleo a través de las herramientas que ofrecen e, incluso, tener una buena ficha, con una buena red de contactos, puede propiciar que sean los propios headhunters los que acudan al usuario a ofrecerle trabajo.

El mes de enero de 2019 se caracterizó una vez más por la elevada cantidad de firmas de contratos temporales de muy corta duración. En concreto, el 29,5% de los nuevos contratos tuvieron una duración igual o inferior a los quince días, lo que representa un aumento del 1% respecto al mes de enero del 2018, en base a los datos proporcionados por el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal).

Más concretamente, se firmaron un total de 1,6 millones de contratos temporales, lo que supone la nada despreciable cifra del 90,2% del total de los 1.858.077 contratos firmados en enero. De los 1,6 millones de contratos temporales, 548.838 tuvieron una duración inferior a los quince días y, de estos, 471.782 fueron por un periodo inferior a la semana. 

La contratación temporal experimentó un considerable aumento respecto al mes de enero de 2018, incrementándose en un 6%. El colectivo en el que la contratación temporal tuvo mayor incidencia fue en el de las personas con un menor nivel de estudios. Concretamente en este grupo de trabajadores, que sólo cuentan con estudios generales secundarios, el 91% de los nuevos contratos fueron de carácter temporal. Mientras que en el colectivo de trabajadores con títulos universitarios esta cifra se situó en el 77,6%. 

Por otro lado, aunque los sindicatos han denunciado numerosas veces que la elevada estacionalidad y la elevada rotación en ciertos puestos de trabajo se está cronificando en el mercado laboral español; la CEOE, las asociaciones de autónomos y las empresas de colocación han advertido por su parte que este año será peor que los anteriores en el ámbito laboral, debido a la desaceleración gradual que están experimentando la economía y el empleo.

El el pasado viernes se aprobó el Plan de Choque por el Empleo Joven 2019-2021, con el que se prentende reducir la tasa de paro juvenil en 10 puntos, es decir, del 33% actual al 23,5%, además de favorecer la proliferación de contratos indefinidos entre jóvenes y mejorar su formación.

Según ha explicado la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, la situación en la que viven los jóvenes hace necesaria la creación de un plan de choque integral y transversal. La ministra ha puesto de manifiesto que en la actualidad tenemos «algo más de 2,7 millones de jóvenes afiliados a la Seguridad Social, el 78% de ellos en sector servicios, y con una tasa de estabilidad del 8,19%, de modo que la tasa de temporalidad es enorme». También ha destacado que «tenemos 569.000 desempleados menores de 30 años, de los que 87.000 son de larga duración y el 72 % tiene un bajo nivel formativo».

La ministra ha señalado que el plan está dotado con 2.000 millones de euros y que prevé 50 medidas, entre las que destaca la de establecer un control más eficiente de la contratación temporal para evitar el uso abusivo de la misma, poniendo límites a la duración de los contratos de un mismo trabajador con un mismo empresario.

Los objetivos de este plan de choque pasan por fijar un marco laboral de empleo de calidad; dotar a los jóvenes de más competencias profesionales; proporcionarles una atención individualiza y adecuada; darles formación en igualdad de oportunidades, y combatir el efecto desánimo, prestando, además, especial atención en colectivos especialmente vulnerables como migrantes, parados de larga duración, personas sin estudios y personas con discapacidad.

Transcurrido un año desde la puesta en marcha de estos incentivos, se procederá a evluarlos para su renovación o eliminación. Por otro lado, la creación de nuevos incentivos también estará condicionada a la elaboración y publicación previa de una evaluación sobre el conjunto de los incentivos actuales.

El número de nuevos contratos firmados por las empresas de trabajo temporal se reduce y pone en riesgo la campaña navideña.

El descenso, confirma Santiago Soler, secretario general de Adecco, es del 4%. “Se ha notado en verano y se sigue notando ahora, pues hay contrataciones recurrentes que no se están haciendo”, afirma, y remarca que de continuar así sería preocupante debido a que a lo largo de octubre es cuando se inician los trabajos preparatorios para la campaña de Navidad, durante la cual las altas en la Seguridad Social suben entre el 15% y el 25%. Por su parte Manuel Solís, CEO de ManpowerGroup asegura que “Hasta julio teníamos crecimientos importantes, por encima del 12%, pero en agosto ha habido un frenazo, que se ha sostenido en septiembre y en lo que llevamos de octubre”. Andreu Cruañas, presidente de Asempleo, patronal de las empresas de trabajo temporal y las agencias de empleo también se manifiesta en la misma línea: “Han empeorado las perspectivas sin ninguna duda. Esperamos caídas en la contratación en el tercer trimestre”.

Por un lado, a nivel nacional, se espera menor crecimiento económico y la situación política actual genera incertidumbre en las empresas. Por otro lado, las tensiones comerciales internacionales están afectando negativamente. Todos estos elementos llevan a que las previsiones económicas se estén revisando a la baja, lo que, a su vez, provoca que las empresas se hayan vuelto conservadoras en el reclutamiento de personal. Francisco Puertas, director del área de Talento de la consultora Accenture, aporta su opinión: “El turismo se ha comportado peor de lo esperado y el consumo de las familias ha caído. Los grandes motores de la contratación hasta este verano habían sido el comercio, el turismo y la distribución logística. Ahora todos ellos se están ralentizando, prosigue. Igual que está ocurriendo con la construcción”

Ante este escenario, Asempleo ha modificado sus previsiones de crecimiento económico a la baja: Si a principios de año esperaba que el empleo creciese un 2,7% en el conjunto del año 2018 y se alcanzasen los 500.000 empleos, ahora prevé un aumento del 2,5%, lo que implicaría que sólo se alcanzaran los 470.000 empleos.

La campaña veraniega ha aportado unas cifras de empleo alentadoras, apreciándose como el paro se ha reducido en 306.000 personas, suponiendo un descenso del total de personas desocupadas en el ámbito nacional hasta los 3.490.100 parados, lo que representa que la tasa actual del paro se sitúe en el 15,3%, siendo ésta la mejor cifra de empleo en los últimos diez años.

Si bien vemos como la tasa de paro se reduce de manera constante, cada vez crece más el número de parados que están dispuestos a emigrar al extranjero con el fin de buscar trabajo, según la Guía del Mercado Laboral de Hays 2018. Según este informe, el 59% de los parados españoles valoran la posibilidad de trabajar en el extranjero, lo que supone un incremento del 2% respecto al año anterior.

En el último año, los destinos más atractivos para los emigrantes españoles han continuado siendo Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Francia.

Por franjas de edad, en primer lugar se encuentran los menores de 24 años como los más dispuestos a emigrar por motivos laborales (97%). Le sigue la franja de los desocupados de entre 55 – 66 años (92%). A continuación, están los parados en la franja de los 25 – 34 años (87%), los que están entre los 45 – 54 años (81%), y los parados de entre 35 – 44 años (79%), que son los que presentan menor predisposición parar migrar al extranjero.

Entre los que descartan emigrar al extranjero por motivos laborales, el 78% se justifica en motivos familiares. Y en lo que se refiere a la movilidad laboral dentro del territorio español, un 83% de los desempleados contempla la posibilidad de migrar a otra región por trabajo, siendo Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía y País Vasco las principales opciones. Cataluña baja de la 4ª opción en 2017 a la 7ª opción este año.

Según las estimaciones de Randstad, durante la campaña de verano de 2018 se generarán 619.110 nuevos contratos, principalmente en los sectores del comercio, el entretenimiento, la hostelería, el transporte y el turismo. Esta cifra supone un aumento del 12% respecto la campaña veraniega de 2017.

Esta noticia no resulta sorprendente, puesto que en los últimos cinco años la contratación en los meses de junio, julio, agosto y septiembre ha experimentado aumentos por encima de las dos cifras, con un crecimiento acumulado del 97,4% desde el 2013.

“La campaña de verano, al igual que la de Navidad o Semana Santa, es un momento idóneo para aquellos profesionales que quieren conseguir su primer trabajo o para aquellos que busquen reincorporarse de nuevo al mercado laboral, y el trabajo temporal es una herramienta clave en estos casos”, ha manifestado el director de Relaciones Institucionales de Randstad, Luis Pérez.

Este periodo se caracteriza por ser un momento de mucha actividad para las ETT, ya que la estacionalidad propicia que una de las opciones de contratación más utilizadas por las empresas sea la temporal, para adaptar su plantilla a las nuevas demandas.

En referencia al incremento por comunidades autónomas, por encima de la ya comentada media nacional del 12% se sitúan La Rioja (16,3%), Islas Baleares (15,8%), Castilla y León (15,7%), Navarra (15,1%), País Vasco (14,4%), Asturias (14,1%), Murcia (12,6%), Canarias (12,5%), Andalucía (12,5%) y Extremadura (12,3%), mientras que por debajo del promedio aparecen Comunidad Valenciana (11,5%), Cantabria (11,3%), Galicia (11,2%), Madrid (+10,9%), Cataluña (10,5%), Aragón (9,3%) y Castilla-La Mancha (8,4%).

Pero las buenas noticias con el empleo no terminan en el periodo veraniego, debido a que, según las cifras de Comisión Europea, España será el 4º país de la Unión Europea donde más crecerá el empleo durante el año 2018 con un incremento de 2,4%, tan sólo siendo superada por Malta (3,9%), Luxemburgo (3,6%) y Chipre (2,8%). Por su parte, la media europea se situará en el 1,1%.

Según Insead y Adecco la poca facilidad para contratar personal pasa factura a España, lo que provoca que su avance en el Índice de Competitividad por el Talento Global que elaboran estas entidades sea muy moderado, cuando el país tendría potencial para ocupar una posición mejor.

Sugieren al Gobierno que, desde su punto de vista, las ETT deberían poder estar detrás de todas las modalidades de contratación que existen, lo cual supondría una garantía para el trabajador y para la creación de empleo, y, a su vez, la posibilidad de proporcionar contratos indefinidos desde las propias ETT ayudaría a reducir la tasa de desempleo.

De hecho, en esta misma línea, Adecco ya sugirió dichas medidas en Francia cuatro años atrás y las cifras le dan la razón: desde que a las ETT les es posible realizar contratos indefinidos en Francia, Adecco ya ha firmado 10.000 contratos en este país.

También, partiendo de las reformas laborales acontecidas recientemente en Francia, reclaman que el Gobierno debería tomar medidas similares y facilitar la contratación y el despido de las empresas como ya hizo su país vecino, lo cual permitiría a las empresas la posibilidad de reestructurarse con mayor celeridad y facilidad cuando les sea necesario, ya sea por motivos económicos o cambios tecnológicos.

Finalmente, calculan que este año el paro por fin se situará por debajo del 15%, pero, en contrapartida, creen que los salarios no deberían subir demasiado este año (salvo en determinados sectores) hasta que no se consiga aumentar más la productividad, lo cual se conseguiría, estiman ellos, con un sistema educativo que se centre en las vocaciones técnicas desde el principio y con un buen sistema de formación profesional a lo largo de toda la vida laboral de los trabajadores para que puedan reciclarse continuamente.