La campaña estival y el empleo de mala calidad

Durante los meses de verano la contratación temporal aumenta de manera notable. Esto se debe a que muchos de los empleos que se generan en estos meses del año son estacionales, sobre todo en el sector de los servicios. Pero se puede observar con cierto alarmismo como los contratos de corta duración cada vez van ganando más terreno respecto a los formatos de contratos temporales más «tradicionales». Esto se hizo patente en los datos que arrojó el mes de julio de este año, en el que el 25% de los empleos tuvieron una duración igual o inferior a una semana. Y aún fueron más alarmantes las cifras de los contratos de una duración de 24 horas o menos (modelo de contrato que se ha triplicado en los últimos diez años). Los datos, por tanto, arrojaron un preocupante panorama de precariedad, que castigó en especial a los jóvenes y a los trabajadores menos cualificados.

Adicionalmente, aunque por el fuerte componente turístico de la economía española es habitual que el verano sea la estación del año en la que más abundan los contratos de corta duración, se puede observar como en los últimos años la temporalidad también ha aumentado en el resto de meses.

Esta entrada fue publicada en ETTs. Guarda el enlace permanente.

Los comentarios están cerrados.